jueves, 8 de agosto de 2013

El universo de las Crónicas del Mago Negro de Trudi Canavan



Conocí la trilogía de las Crónicas del Mago Negro hace varios años. El primer libro, el Gremio de los Magos, me gustó mucho, pero no sabía todavía lo mucho que me gustarían los siguientes. Tardé bastante tiempo en leerlos, empezando porque no los trajeron al país todos juntos. Después me enteré de que habían más libros ubicados en el mismo universo: La Maga, una precuela ubicada unos 1000 años antes de la trilogía original y la trilogía de la Espía traidora, ubicada 20 años después de la original.

Ahora que he leído los 7 libros me dispongo a hablar de ellos. Me he dado cuenta de que esta no es una saga muy conocida y la verdad encuentro difícil cómo hablar de ella sin soltar demasiados spoilers, así que me limitaré a dar una idea general de lo que pueden encontrar en ellos.

Lo que más llamó mi atención desde un inicio es la importancia que se da a la sociedad en la que se desenvuelve la historia. En Kyralia, país que forma parte de las Tierras Aliadas, existe una fuerte división de clases entre la nobleza y las barriadas, lo cual se manifiesta en la distribución estructural de la ciudad: la nobleza vive dentro del Círculo Interior, separados y protegidos por murallas, mientras la gente pobre está en las afueras, algo que en nuestro mundo denominamos el cinturón de pobreza de la ciudad.

Como parte de la clase alta se encuentra el Gremio de los magos, institución que instruye y regula a todas las personas que nacen con habilidades para la magia. Hay que considerar entonces el pequeño detalle de que estas personas sólo pertenecen a la nobleza. No tardamos en enterarnos de que sólo se hacen pruebas para verificar la existencia de habilidad mágica en los hijos de las familias adineradas. La magia está al servicio del reino y al servicio de “las Casas”, como se denomina a las familias de la nobleza, los únicos con dinero para pagar sus servicios. Por orden del rey, una vez al año al acercarse el invierno, los magos realizan lo que se denomina “la purga”, actividad en la cual expulsan del Círculo Interior a todos los que no son de la nobleza, desplazándolos a las barriadas.

Como consecuencia de esto existe una gran desconfianza y resentimiento entre las clases bajas hacia los magos. Se sabe que estos tienen habilidades de sanación pero no están al alcance por los altos precios. La defensa que brindan al reino parece concentrarse sólo en las clases altas. Por esa razón, en las barriadas existe toda otra organización clandestina dominada por los ladrones, señores de sus territorios a lo largo y ancho del reino, con sus propios códigos y acuerdos, incluido el dominio de los caminos subterráneos que serpentean por debajo de la ciudad.

En este escenario es donde aparece Sonea, una chica huérfana de las barriadas que es desplazada por la purga junto con sus tíos. Llena de furia, lanza una piedra contra los magos y esta atraviesa el escudo protector de magia.

El problama es que la única manera de lograrlo, es haciendo magia también.

A partir de ese sencillo momento se desencadena toda la historia en la cual se basa la trilogía: hay una persona fuera de la nobleza que puede hacer magia y el Gremio tiene que hacer algo al respecto. ¿Qué pasa cuando alguien de un mundo totalmente diferente tiene que ser valorado para ingresar al Gremio? ¿Querría Sonea, con todo el resentimiento que tiene hacia los magos, pasar a ser uno de ellos? ¿Pueden los ladrones ayudarla?

De ese punto en adelante se desarrolla la historia que nos presentan los tres primeros libros. Sonea es un personaje femenino fuerte e interesante, con ideas muy firmes (por no decir que es testaruda), miedos e inseguridades normales, una fortaleza fruto del lugar en la sociedad en el que le ha tocado vivir. Pasa a ser un signo de cambio y cuestionamiento para lo que ha sido la estructura del Gremio por siglos.

Además de ella hay otros personajes que se ganan el cariño del lector con facilidad. Lord Rothen, un mago con una gran apertura hacia la chica y deseos de ayudarla. Lord Dannyl, su protegido, quien tiene mucho interés por conocer y ver más allá de los muros y tradiciones del Gremio. Cery, el amigo de Sonea de las barriadas, quien está dispuesto a todo por ayudarla. A lo largo de la trilogía se destacan otros personajes como Tayend, el Administrador Lorlen y el Gran Lord, Akkarin, cabeza del Gremio. Al mismo tiempo, Sonea se encontrará con distintos antagonistas y todos tendrán que lidiar de una u otra forma con el restrictivo y rígido Gremio. 

Una de las cosas que más me gusta de la historia es que no se sabe la importancia que van a tomar algunos personajes ni las relaciones y secretos que se van a ir revelando. No voy yo a matar las sorpresas, tienen que leerlo para saber.

Me gustó mucho la crítica social que presenta sobre distintos temas, aunque nunca se plantea como un libro de reflexión o análisis social. Un tema que destaca en particular es la homofobia, dado que el Gremio es una organización donde, si bien la homosexualidad no es penada por ley, significa el desprestigio social y académico para cualquiera. Asimismo, se ve cómo es considerada en los distintos reinos, desde un motivo de cotilleo y escándalo en un país hasta causa de pena de muerte en otro. He visto pocas sagas de fantasía dirigidas a público juvenil que aborde el tema con tanta naturalidad y presente los problemas que puede implicar para las personas la discriminación por orientación sexual. A lo largo de los siete libros se presentan tanto relaciones homosexuales como heterosexuales con la misma naturalidad y respeto.

Entre otros de los temas que aborda se encuentra el bullying de los compañeros de clase alta hacia la chica de clase baja que se ven forzados a tener entre ellos, los cuestionamientos sobre qué es la magia negra (qué es “bueno”, qué es “malo”), la rigidez de la ley, las apariencias, los secretos, las amistades puestas a prueba, la necesidad de poner los talentos y conocimientos al servicio de otros, etc. En la precuela se empieza a abordar el tema de una sociedad fuera de Kyralia donde las mujeres están totalmente sometidas a sus maridos. Este tema se continúa en la segunda trilogía, donde se aborda también el tema del consumo de drogas y una sociedad dominada por mujeres (donde igualmente se dan desigualdades e injusticias, lo que me parece todo un acierto al dejar la dominancia en uno solo de los sexos). Todos estos temas son presentados con fluidez dentro del texto: no dan lugar a escenas sórdidas o largos debates morales dentro del escrito, sino que dejan mucho a que el lector pueda extraer de lo que lee.

La trilogía original es la mejor y la más fuerte en abordar todos estos temas. La recomiendo totalmente y estaré deseosa de comentarla con quien tenga oportunidad de leerla: me encariñé con todos los personajes. La precuela, “La Maga”, está ubicada en una sociedad más joven donde aún se están desarrollando conocimientos mágicos y no existe el Gremio todavía. Para mí fue una experiencia deliciosa leerla, aunque advierto que no debe leerse antes de terminar la trilogía de las Crónicas del mago negro si no quieren que les arruine mucho de las sorpresas y revelaciones contenidas en el último libro, “El Gran Lord”.

De igual forma, no es imprescindible haber leído la precuela para leer la trilogía secuela pero es de mucha ayuda haberla leído. En cuanto a la trilogía de “La espía traidora”, no está a la altura de la original en cuanto a la elaboración de las situaciones y la crítica que presenta,  pero la leí rapidísimo y la disfruté mucho, en parte por el cariño que ya tenía a los personajes.

¿Críticas negativas? No está exenta. Es una historia donde van alternando los puntos de vista de varios personajes (todo en tercera persona) y tenemos mucho insight de sus pensamientos, aunque a veces hace falta que nos narren más sus emociones directamente que tener que extraerlas de lo que están pensando. El inicio del primer libro es algo lento pero conforme avanza se lee con rapidez. La narración es bastante sencilla, así que mucho queda a la imaginación sin contar con descripciones demasiado precisas de los ambientes. Además, los personajes secundarios que dejan de tener un papel central en la trama desaparecen dentro de la narración hasta que vuelvan a ser necesarios o del todo no se sabe más de ellos.

A pesar de esos defectos, sigo recomendando los libros totalmente, como una lectura ligera que tiene mucha más sustancia de la que parece a simple vista. Así que, atención, estos son los títulos:

Las crónicas del mago negro
I – El gremio de los magos
II – La aprendiz
III – El Gran Lord

Precuela: La maga

Secuela: La espía traidora
I – La misión del embajador
II – La renegada
III – La reina traidora 

domingo, 28 de julio de 2013

El llanero solitario de... ¿Johnny Depp?



Cuando empiezan a correr los créditos de la película y aparece el nombre de Johnny Depp en solitario antes del título principal de la película en grande, te das cuenta de que algo está mal. El Llanero solitario era en realidad un chico joven con unos ojazos claros que tienes bien presentes todavía.

A pesar de saber que había sido masacrada por la crítica quería ver la película. Supongo que no será difícil adivinar que Johnny Depp era buena parte de mi motivación, aunado al hecho de que también salía Helena Bonham Carter. Combinación que vende seguro. O eso creía Disney antes de estrenar y tener que declarar la película un fracaso en taquilla.

Tenía otras motivaciones también. Este será un motivo menos popular, pero quería ver a Ruth Wilson en una gran producción como esta después de que se convirtiera en mi Jane Eyre favorita en la adaptación del 2006 de la BBC. Armie Hammer tampoco era un motivo para desdeñar, no después de haberle visto en J. Edgar bajo la dirección de Clint Eastwood.

No repetiré todo lo que dice la crítica, aunque tampoco voy a desdecirlos. Sin embargo, que una película sea mala no la exime de ser divertida o en cierta medida “disfrutable”. No pedía más de esta película y en realidad lo cumplió. Me divertí durante dos horas y media, puse los ojos en blanco cuando las bromas eran demasiado tontas, amé ver a Helena y a Ruth en pantalla, aprecié con renovado interés a Armie Hammer con un aspecto menos fino y cuidado que el de los chicos universitarios adinerados de The Social Network o el impecable funcionario del FBI de J. Edgar… y vi de nuevo a Johnny Depp haciendo un papel que más que una persona parecía una caricatura.

No me malinterpreten: sigue siendo muy bueno haciendo eso. Sin embargo, extraño otras facetas suyas. Quiero verle de nuevo haciendo drama. Tenerle en pantalla con la cara lavada y con aspecto cotidiano. Necesito devolverme prácticamente hasta Enemigo público junto a Christian Bale para encontrar un poco el look que tengo en mente y el tipo de personaje en el que estoy pensando.

Pero bueno, el punto de esta entrada era hablar sobre la película. Valga decir que no estoy en capacidad de hablar sobre ella como adaptación. Mis conocimientos previos sobre el Llanero solitario se remontan a que era el héroe de infancia de Felipe, el amigo de Mafalda. Sin embargo, el nombre siempre me había inspirado la idea de un héroe algo sombrío y de historia triste. No es precisamente lo que se ve en esta película, aunque pudo serlo.

La película se divide entre la historia de Toro y la historia de John Reid, las cuales se conectan al inicio de la película, siendo Toro el guía de John Reid en su transformación. No sé cuánto se aleja la adaptación de sus historias de origen pero en lo personal habría querido una aproximación más fuerte al insight de John Reid en su cambio de perspectiva con respecto a la ley y la justicia. Es la historia de un abogado que se da cuenta de que el sistema está corrupto y no puede ya hacer justicia desde él. La idea inicial de que llega el momento en que el hombre justo tiene que usar una máscara daba para un abordaje más serio y dramático, así como la situación de John como el hermano menor ante un Dan Reid que parecía ser el llamado entre los hermanos a luchar de una manera más directa contra el crimen.

Sin embargo, la película apuesta más por una interacción divertida y acción exagerada. Totalmente disfrutable, por supuesto, para reírse, decir “no puede ser” y desconectar un poco de las leyes de la física, como el 99,99% de las películas de acción. Lo mejor para mí estuvo en la música, particularmente en la larga secuencia final con la Obertura de Guillermo Tell de fondo con un genial arreglo de Hans Zimmer. La manera en que la pelea, los balazos y todo lo que ocurre se coordina con la música me encantó y vale la pena escucharlo en el cine. Les dejo acá el arreglo, por si tienen curiosidad de escucharlo.



En fin, no será una película recordada más que por las listas de los trabajos menos exitosos de Johnny Depp y esperemos que no, como el único protagónico de Armie Hammer. Tal vez no fue de las mejores exposiciones al mundo de Hollywood para Ruth Wilson (aunque queda muy bien en su papel). La aparición de Helena es tan breve que cualquier otra pudo haberla hecho (pero por suerte es ella). Tampoco creo que sea la mejor banda sonora de Hans Zimmer (no, la música es genial pero es original de Rossini, ¡no cuenta!).

Tenía más potencial, pudo ser mucho mejor, si Disney hubiera apostado por hacer el protagonista de la historia al nombre titular de la misma. ¿No confiaban en Armie Hammer para llevar ese peso? Podrían haber buscado a alguien más. Si lo que querían era apostar por Johnny Depp, ¿por qué no podía ser él el Llanero entonces? Como si no hubiera actores nativos americanos para hacer el papel de Toro.

Sin embargo, el fracaso en taquilla no creo que sea por culpa de la crítica, el guión o las actuaciones. ¿Cuántas veces es éxito de taquilla alguna película que todos los críticos han dicho que es una porquería aún peor? No. La culpa es de Disney, por no invertir en la promoción de la película. Parece mentira que no nos hayan bombardeado de Johnny Depp y Armie Hammer hasta el cansancio. ¿Dónde están las entrevistas, los videos, los banners en las páginas de Internet, la promoción del “bromance”, los juguetes, los videojuegos?


Supongo que esta película en el futuro será un buen ejemplo de que el nombre de un actor (aunque ese actor sea Johnny Depp y tenga a Helena Bonham Carter en el reparto) no vende solo. 

Director: Gore Verbinski
Título original: The Lone Ranger
Cast: Johnny Depp, Armie Hammer, Tom Wilkinson, Helena Bonham Carter, Ruth Wilson. 
Duración: 149min
Acción - Aventura - Western


miércoles, 24 de julio de 2013

Una vacante imprevista, de JK Rowling

Una vacante imprevista es la primera novela para adultos de JK Rowling, la autora de una saga que ocupo gran importancia en buena parte de mi vida y la de muchos otros: Harry Potter. Cuando el libro salió en español estuve lista a comprarlo, pero debo reconocer que de no ser ella la autora, es poco probable que hubiera tenido interés en adquirirlo. El resumen en la parte de atrás habla poco del tipo de literatura que suelo leer y probablemente lo hubiera dejado pasar.

No habría sabido lo que me estaba perdiendo.

Lo compré, pero no lo leí porque igual no terminaba de entusiasmarme la idea. Leí críticas poco favorables y, aunque no desistí de la idea de leerlo, lo fui posponiendo. Hace tres días me senté a leerlo y lo terminé hoy en la mañana. El libro me encantó y me parece que su mayor defecto, para las críticas que leí, es haber sido escrito por JK Rowling. Esperaban otra cosa totalmente porque si no, no me lo explico.

Creo que mucha gente confundió el hecho de que fuera la primera novela para adultos de la autora con que debía ser la primera novela para adultos que leyeran los jóvenes lectores de la autora. No digo que no pueda serlo, pero me parece que no es lo que esa segunda premisa pudiera traer a la mente. Este es un libro bastante oscuro y terrenal, de esos que se adentra a demostrar que lo torcido y sucio que puede esconderse en el fondo de las distintas relaciones humanas, tanto sociales como familiares y de pareja, sin dejar de lado la difícil relación de cada quien consigo mismo.

No entraré a destacar ahora los profundos y serios temas que se encuentran en el corazón de la trama de Harry Potter, pero en el caso de esta novela nos encontramos con la presentación de una serie de situaciones duras y reales que pueden presentarse en cualquier barrio o comunidad. Es un poco la ilustración del famoso dicho “pueblo chico, infierno grande”, aunque la autora nos lleva más bien al infierno personal de cada personaje y los finos hilos que conectan a cada uno.

La historia gira en torno a un pueblo llamado Pagford. Se trata de uno de estos lugares alejados de la ciudad pero lo suficientemente cerca de ésta como para vivir con las comodidades necesarias. En este lugar casi todas las personas se conocen y las familias tienen varias generaciones de vivir allí. Se encuentran algunas personas más nuevas, que llegaron ahí siguiendo distintas relaciones amorosas: novias o esposas de hombres nacidos y criados en Pagford, principalmente.

Sin embargo, el idílico pueblo quiere dejar de lado un lugar menos agradable a quien no considera parte de sí, a pesar de que legalmente lo sea. Este sitio se llama Los Prados y se trata de ese tipo de barrio que nadie quiere tener cerca: familias de pocos recursos económicos, consumo de drogas, violencia en las calles… Buena parte de Pagford no quiere saber nada de ellos, pero la realidad es que comparten muchos de los servicios, entre ellos la atención médica y los centros educativos a los que asisten sus hijos.

El pequeño pueblo cuenta con un concejo parroquial que tiene poder de decisión sobre el futuro del mismo y se encuentra debatiendo precisamente si Los Prados debe seguir siendo parte de Pagford o si buscan una manera de que pase a ser dependencia de la ciudad. En medio de esta batalla, en el primer capítulo del libro, Barry Fairbrother, principal defensor de Los Prados en el concejo, muere de causa natural y se desatan una serie de tejemanejes por parte de las personas que quieren, por diversas razones, ocupar su espacio.

Dentro de este marco, vamos a conocer a cada personaje y la perspectiva de que tienen sobre la situación. Cada quien tendrá mayor o menor interés por Los Prados o por la plaza de Barry Fairbrother, así como sus propias preocupaciones y secretos. Una de las principales fortalezas del libro es la capacidad de JK de mostrarnos distintas perspectivas. Aunque el narrador siempre es en tercera persona resulta muy claro en cada capítulo desde qué personaje estamos viendo la situación, cuáles son sus motivaciones y sus miedos. Pasa de adultos a adolescentes, de chicos a chicas, de solteros a casados, de agredidos a agresores… Vemos situaciones de consumo de drogas, sexo entre adolescentes, enamoramientos, fantasías de adultos y de jóvenes, temores del futuro y del pasado, crímenes, secretos, violencia doméstica…

El libro no toma una postura abiertamente moralista, aunque la perspectiva de la autora sobre cada tema me parece clara. En realidad se limita a presentarnos la perspectiva de cada personaje. No se planta a decirnos cómo vive la mujer que es agredida su relación o por qué no sale de ella, pero nos presenta lo que piensa el hijo de su padre y de su madre ante la situación que está viviendo. Nos muestra los argumentos, egoístas y no tan egoístas de quienes no quieren Los Prados. Los recuerdos de un mismo evento por personas diferentes, dándoles matices e importancia a aspectos distintos del mismo suceso según la situación y el lugar desde el que lo vivieron.

Nos muestra lo que piensan y sienten los personajes, lo que permite que lleguemos a conocerlos muy bien. No puedo decir que me haya encariñado con muchos de los personajes y sí que detesté a algunos directamente, pero me parece más bien una fortaleza de la historia que los personajes sean tan humanos que ninguno carezca de defectos y al conocerlos resulte difícil quererlos pero se llegue a comprenderlos e incluso preocuparse por algunos de ellos.

Al final del libro sí quedé con ganas de saber más de algunos de los personajes y algunas de las relaciones, pero en general me quedé muy satisfecha de lo que acababa de leer y bastante tocada por los acontecimientos. En una de las solapas del libro un crítico dice que es “una comedia negra exquisita y en ocasiones enternecedora”. No puedo entender qué pasaba por la cabeza de ese hombre al decir algo así: esta novela no es una comedia. Es un drama, duro y realista. La narración de JK Rowling sigue siendo tan fluida y fácil de seguir como la que ya conocíamos de su parte, pero los acontecimientos y la manera de aproximarse a estos para relatarlos son muy diferentes.


En fin, es un libro que recomiendo, siempre y cuando al leerlo se libren de los prejuicios que puedan tener de que sea una novela escrita por JK Rowling y recuerden una sola cosa: esta mujer, con magia o sin ella, sabe contar una buena historia.